

La CARTA A UNA JUNTA DE HELENIZADOS CELTAS
ofrece una nueva traducción de esa misiva de PABLO
DE TARSO conocida, en título corto, por GÁLATAS.
Escrita en un delicioso griego coloquial, plantea una
osada iniciativa que, inimaginable entre las ordinarias
de dirigentes encumbrados, ha recibido disímiles y,
con harta frecuencia, parciales interpretaciones. En la
epistolografía clásica, este texto paulino destaca como
uno de los más apasionados y apasionantes, lleno de
una gracia menipea que, a la luz de papiros y códices
de ecdótica fi abilidad, esta edición expone sin desleír.
Procurando el mayor esmero fi lológico y justifi cada
verso a verso, la presente traslación se acompaña de
un estudio que contextualiza la carta, esclarece controvertidos
pasajes y extrae testimonios sobre Pablo
hasta ahora inadvertidos. Con ánimo de que hermanen
puntos de vista Oriente y Occidente y de que abran las
puertas de su inseguro retablo sin el crujido de costumbre,
instala la voz paulina para ellas, en vera imagen de
un inocente ajusticiado, un ideal gozne nuevo del todo.
A través de EN BUSCA DE UN MUNDO DISTINTO,
se quiere restituir el originario relieve epistolar de
personajes e historia y señalar a los gentiles lectores,
sean expertos o no, la perspectiva del resuelto camino
de Pablo hacia la libertad. Bien mirado, el escrito de
Pablo a unos confusos asambleístas celtas pone los
cimientos de una δημοκρατία τοῦ χριστοῦ o ―siendo
ya las páginas interiores de este libro las que excaven en
el nada banal sentido de esa locución griega― las bases
para otro tipo de sociedad auténticamente humana.
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JORGE MANRIQUE MARTÍNEZ.- Vallisoletano. Catedrático
de Lengua y Literatura. Adscrito a esa confinada
legión de emeritii de la tiza que, sin más enseña y
ὡς οὐκ ἀέρα δέρων “no como quien anda echando
la zarpa a nebulosos vapores”, persisten dando la
batalla en campos de pluma. Desde finales del otro
siglo, distante o próximo según se mire, se ocupa de
investigar una gran colección—la Biblia, sobre todo
las obras neotestamentarias y, singularmente, el Libro
de los Hechos y el epistolario paulino— cerniendo
a cada paso principios y praxis. En paralelo y en el
ya largo recorrido, se ha aplicado a las letras áureas,
románticas y de algún que otro autor moderno, si bien
al arrullo del incesante manadero de las clásicas. De tan
estrafalario apunte curricular, casi que ni se arrepiente.
Con quedar allí, allá lejos, la entrega a la política y a la
poesía del hispano-luso Marquês de Alenquer, sigue
fi jo en ese verso amatorio que convirtió en fulcro de
todos sus tanteos y que ahora, por cosas del destino,
le hace confesar de cara a Pablo: «Hasta llegar a vos,
fueron ensayos».
Contraportada: QUIÉNES SON DE VERAS LOS NUESTROS? ¿A qué vienen entonces tan brutos antagonismos y qué ocultan en el fondo?
¿Cómo se llega a degradar la palabra en un debate? ¿A costa de qué y de quiénes? ¿Cuáles son, cuando en serio las hay, las doctrinas que se lucen? ¿Llevan tramoya o realidad? ¿Desde qué principios puede asentarse un diálogo donde sordos intereses particularistas no tengan un ventajoso puesto? ¿Será lo mejor ir a zaga de la corriente o remar en su contra? ¿Adónde apunta el rumbo y qué ola de hechos mueve a tomarlo? ¿Se trazó a golpe de revividos rencores que encienden otros o al libre aire de un horizonte humano compartido? ¿Da mayor resguardo arrimarse al sol que más calienta o salir a solas y sin otra luz ni guía sino la que arde en el corazón?
Nadie se salva de tales preguntas, pues tocan por entero al camino y a la meta que cada cual, en organizado grupo o como persona aislada, dé a su conducta y al género de vida que se pretenda modelar: el de un medroso esclavo, el de un siniestro esbirro o el de quien se siente dentro y fuera muy dueño de sí. Ante aquella catarata de cuestiones, formula respuestas bien juiciosas una carta inopinadamente recibida a mediados del siglo I p.C. por unos agitados asambleístas celtas reunidos en sesión extraordinaria. Para su época y, no menos, para la actual, esa misiva de PABLO DE TARSO urge a fijar el centro de toda polémica en qué sentido tiene el sufrimiento, en ir a sus enmarañadas raíces y, por cuanto de cada uno dependa, en su erradicación con miras al bien común.
Junto a la traslación de GÁLATAS, el estudio En busca de un mundo distinto sale a reconocer su trasfondo epistolar y hermenéutico desde la declarativa frase de su v.6,9. Del minucioso cotejo de variantes de lectura sobre los primitivos textos custodios, se desprenden infinitos disentimientos entre la carta remitida y la epístola que ha sido propagada: son ellos, justamente, el acicate para someter aquí una nueva traducción acorde y, en la voluntad, fidedigna al máximo. Aun mostrando los renglones de Pablo vinculación a lo bíblico, inconcusa, y a otras letras qumrámicas, damascenas u orientales, se exhibe que todos ellos discurren empapados en la proteica cultura helenística, sin la cual su lección quedaría fuera de ambiente e incluso mutilada. Con datos del autor hasta hoy ignotos, dejará sentir el documento, si no se cierran los oídos, el son de un incitante refrán grecorromano y de su coda: «Atrévete a razonar, ¡empieza!».
Ficha técnica